Tanizaki. El elogio de la sombra



Este post encabeza una serie de reflexiones que nos dejan algunos pensadores sobre la luz.
Para abrir boca y de una forma paradójica, comenzamos con Jun'ichirō Tanizaki y la cultura de la luz clásica de Japón, envuelta en sombras.
Es necesario entender que la realidad japonesa es muy diferente a la occidental. La belleza en occidente está relacionada con lo puro, blanco, brillante, sin embargo en oriente oscila entre la calidez de la luz media y el claroscuro.


En oriente no se entiende esa posición “uno frente a lo otro”, con la que nos explicamos nosotros.  En occidente son dos realidades distintas, pero en Japón una tan solo es la variación de la otra. 
Por ejemplo, una casa no es distinta de otra, aunque tengan diferentes formas; lo sustancial es la familia que la habita y la vida de ésta.La sombra, en realidad no existe: solo es una modulación baja de luz. 
Es muy pobre la lectura de Tanizaki que concluye que los ambientes de penumbra son los preferidos de la cultura japonesa. Lo que Tanizaki lamenta, en realidad, es que solo existan ambientes luminosos uniformes. Lo que pide es una gradación completa de luz, que permita despertar una amplia gama de emociones en su contemplación. Si cuestiona la perdida de las sombras, es solo porque se ha reducido el rango de luces.


Esto nos lleva a pensar que lo que realmente importa son las sensaciones porque recogen el efecto en nosotros de todas esas variaciones del diseño. Por eso, los arquitectos, artistas intentan ofrecer una gama muy amplia, rica y delicada de sensaciones en sus proyectos.La cultura japonesa, como decimos, no hace diferenciación entre dos conceptos, sino que los dos configuran el mismo. 
Asi, la luz nartural y la artificial se entrelazan y lo que se verdad interesa es la variación de ambas para que sea rico el proyecto.También debe haber unidad entre la luz y el lugar. De hecho, cada lugar, cada espacio, cada uso, requiere su propia luz. Estas se pueden diferenciar en temperaturas de color, en uniformidad, intensidad; potenciando los contrastes y las formas. 
En definitiva, las reflexiones de Tanizaki nos hacen pensar 80 años después, que la sombra es tan necesaria en la iluminación como un vacio en arquitectura o en la música el silencio.

Hablando de arquitectura, os invito a visitar este centro cultural de Kaoru Mende en Nagano (Japón), un proyecto ejemplar en cuanto a iluminación se refiere. http://elelogiodelasombra.blogspot.com.es/2007/10/chino-complejo-cultural.htmlTambién os dejo un enlace del libro de Tanizaki. http://www.siruela.com/catalogo.php?id_libro=11