Isabel López Villalta realiza este proyecto a pie de playa en el hotel W de Barcelona. Aprovecha la ubicación para llenar de guiños el local que recuerdan a las profundidades marinas. La continuidad está marcada por los colores, los reflejos y la luz, disminuyendo los límites y envolviendo el proyecto con la presencia del agua.
El restaurante está bañado por una iluminación indirecta y difusora.
Las tiras continuas de led que descuelgan de carriles del techo (restaurante y
zona de eventos), se focalizan puntualmente sobre las mesas, modelándolas,
creando un espacio visible en el área de trabajo sin forzar al deslumbramiento;
en una envolvente poco uniforme.
Los reflejos del suelo, el techo espejado, y los destellos
lumínicos crean una sensación de agua y movimiento gloss que enriquecen la
ambientación de vanguardia.
En la sensación marítima contribuyen los toques de luz que
realzan las cortinas, las cuales según en la posición que estén dan un efecto de
onda o reflejo, junto con los focos que de nuevo bañan la pared más dinámica.
Y una guirnalda de farolillos genera una gran nube de luces
sobre la barra de la terraza del restaurante dotando al espacio de gran luminosidad y vistosidad desde
el paseo de la Barceloneta.
El mismo tipo de iluminación, de carácter alegre, se usa en el Beach Club, ubicado a solo unos metros del restaurante terraza.